La arquitectura gótica tuvo su origen en las regiones de Normandía desde donde se difundió primero a todo el reino de Francia y posteriormente por el Sacro Imperio Romano Germánico y los reinos cristianos del norte de España. A Italia llegó tarde, no tuvo mucha aceptación, y su impacto fue muy desigual en las distintas regiones, y muy pronto fue sustituido por el Renacimiento.